¿Quién cobra primero en un concurso de acreedores?
Cuando una empresa se encuentra en una crisis de liquidez, puede recurrir al concurso de acreedores para hacer frente a las deudas. Este concurso está previsto en la Ley Concursal y puede acarrear ciertas dudas, como, ¿quién cobra primero en un concurso de acreedores?
Hoy queremos solucionarte esta y otras dudas que puedas tener respecto al concurso de acreedores. De modo que sigue leyendo y ahondaremos más en este asunto.
¿Qué es el concurso de acreedores?
El concurso de acreedores es un procedimiento de tipo judicial que se pone en marcha cuando una empresa no puede hacerse cargo de sus deudas. De esta manera, se saldan dichas deudas evitando fraudes o pagos preferentes de unas deudas sobre otras.
Aunque suene bien, en realidad puede llegar a suponer el cierre de una empresa y el cese de su actividad. El empresario debe declarar que se encuentra en una situación de insolvencia y, por lo tanto, no puede pagar a sus empleados ni proveedores.
Es entonces cuando la empresa puede acogerse a un concurso de acreedores y éste entra en juego, garantizando que todas las personas a las que se le debe dinero cobrarán aquellas facturas pendientes.
¿Quién cobra primero en un concurso de acreedores? Los créditos contra la masa
Cuando la empresa se declara en concurso de acreedores debe nombrar una serie de administradores concursales. Estos administradores serán los primeros en cobrar sus deudas, tasadas a partir de los porcentajes de la sociedad; esto significa que a estos administradores se les pagará con fondos de la empresa.
A la hora de cobrar los créditos generados en el concurso, los primeros en cobrar son los créditos que se han visto afectados posteriormente a la solicitud del concurso, llamados créditos contra la masa. Estos créditos incluyen los últimos 30 días de salario de los empleados, la retribución del administrador concursal y los pagos tras la declaración, donde se incluyen indemnizaciones por despidos.
Después, siguen los acreedores con garantía o hipoteca (normalmente bancos), seguidos de los trabajadores, las administraciones públicas (Hacienda, la Seguridad Social, etc.) y, finalmente, los proveedores y los socios.
Los créditos concursales, el siguiente paso
Los créditos concursales son aquellos que se cobran en el segundo lugar del proceso. Son créditos que incluyen deudas que se hayan contraído antes de declararse el concurso de acreedores y se diferencian de la siguiente manera:
- Créditos privilegiados: se subdividen en créditos especiales, que tienen una deuda con hipoteca o un bien inmueble; y créditos con privilegio general, que se engloban en los salarios atrasados y las indemnizaciones.
- Créditos ordinarios: incluyen todas las deudas que no han sido englobadas en los casos anteriores y en ella se encuentran los proveedores. Son los últimos en cobrarse.
- Créditos subordinados: engloban todas las deudas con los socios que se ha contraído antes del concurso de acreedores, así como multas y sanciones. Son los que más dificultades presentan a la hora de cobrar la deuda, ya que es complicado que la empresa abone las cantidades reclamadas en estos créditos.