EINF: ¿qué es y a qué empresas se le aplica?
La crisis pasó factura a muchas empresas, sobre todo porque la contabilidad no reflejaba la insostenibilidad de su situación. Esta difusión borrosa de datos financieros propició el nacimiento del EINF: ¿qué es y a qué empresas se le aplica?
El EINF, o Estado de Información No Financiera, es un informe de finanzas sostenible, que surge para ayudar a las empresas a detectar problemas estratégicos a tiempo y evitar que la situación de crisis se repita. En este post te contamos todo sobre el EINF.
EINF: ¿qué es el Estado de Información No Financiera?
El EINF es un informe que solicita a las empresas datos más allá de los económicos para detectar anomalías y situaciones insostenibles que no se reflejan en la contabilidad y, así, poder actuar a tiempo.
El EINF se basa en el principio de que las empresas deben informar de cuánto ganan, pero también de cómo lo ganan. Esto permite dar respuesta también a los inversores, que pueden obtener datos no financieros para entender los riesgos reales y la sostenibilidad del negocio; y a la población, en una era donde la transparencia es fundamental.
También llamado Estado de Información No Financiera, este informe se genera con la Ley de información no financiera, 11/2018, de 28 de diciembre. Y, como se recoge en el BOE 314, de 29 de diciembre de 2018, contribuye a la transición hacia una economía sostenible que combine la rentabilidad a largo plazo con la justicia social y la protección del medio ambiente.
¿Qué incluye el informe del EINF?
¿Y qué datos aporta el EINF que son tan importantes para inversores y población general? ¿Qué incluye el EINF que es tan fundamental para el desarrollo de la economía sostenible? Pues bien, el EINF debe incluir una descripción de las políticas de resultados y riesgos vinculados en los siguientes puntos:
Cuestiones medioambientales: información detallada sobre los efectos actuales y previsibles de las actividades en el medio ambiente, la salud y la seguridad, el uso de energías renovables y/o no renovables, las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de agua y la contaminación atmosférica.
- Cuestiones sociales y relativas al personal: medidas adoptadas para garantizar la igualdad de género, aplicación de convenios de la Organización Internacional del Trabajo, condiciones laborales, diálogo social, respeto a los derechos de los trabajadores y a los derechos sindicales, salud y la seguridad en el trabajo, diálogo con las comunidades locales y medidas para garantizar esta protección y comunicación.
- Cuestiones de derechos humanos: prevención de las violaciones de los derechos humanos y medidas para mitigar, gestionar y reparar los abusos cometidos.
- Cuestiones sobre la corrupción: información sobre los instrumentos existentes para luchar contra la corrupción y el soborno en el lugar de trabajo.
Además, el EINF debe incluir información sobre los procedimientos de diligencia debida aplicados por la empresa en relación con sus cadenas de suministro y contratación. De este modo, se puede prevenir y atenuar los efectos adversos existentes y potenciales.
¿A qué empresas se le aplica el EINF?
Desde su aparición en 2018, el EINF es obligatorio en todas aquellas empresas que cumplan con las siguientes condiciones:
- Tener un número de empleados superior a los 500.
- Ser consideradas Entidad de Interés Público (EIP).
Además, para desarrollar el EINF, estas empresas deben superar durante dos ejercicios consecutivos estos tres criterios:
- Un total del activo del balance de 20 millones de euros.
- Un importe neto de la cifra de negocio de 40 millones de euros.
- Al menos, 250 empleados de media durante el ejercicio.
Eso sí, a partir de 2021 todas las empresas con más de 250 trabajadores estarán obligadas a elaborar y presentar el EINF.