Como tributan las acciones en la declaración de la renta
Las acciones sólo tributarán en la declaración de la renta cuando las vendamos, es decir, el simple hecho de poseer acciones no implica que tributen en la declaración de la renta (importante: esto no significa que no debamos declararlas). Mientras mantengamos nuestras acciones en carteras (es decir, mientras las vendamos) sólo tributaremos por los dividendos percibidos durante el año.
En el momento que vendamos las acciones estas tributaran en la base del ahorro como ganancia o pérdida patrimonial. Como se ha explicado en artículos anteriores, el tipo de la base del ahorro oscila entre el 18% y el 23%, dependiendo del tramo en que nos encontremos en nuestra base del ahorro.
Es importante destacar que para calcular el beneficio o pérdida patrimonial fruto de la venta de acciones deberemos tener en cuenta los gastos asumidos en la compra-venta.
Ejemplo: compramos 100 acciones de la compañía “X” por un precio por acción de 10€, es decir, una inversión inicial de 1.000€. Posteriormente vendemos estas 100 acciones por 20€ cada acción, lo que nos da un total de 2.000€ de beneficios. A estos beneficios hay que restarle los gastos de compraventa, pongamos que son 50€, lo que nos hará tributar por un beneficio de 950€. En este caso concreto tributaríamos al 19% por estos 950€.
En el caso que vendamos a pérdidas, es decir, vendemos más barato de lo que compramos, deberemos disminuir la base del ahorro el importe de las pérdidas asumidas. Sólo podremos compensar estas pérdidas en la base del ahorro con las ganancias obtenidas el mismo año en curso. Si tras hacer esta compensación seguimos teniendo un saldo negativo en la base del ahorro, podremos compensar estar pérdidas con el saldo positivo resultado d elos rendimientos del capital mobiliario (límite del 25%). Si tras esta compensación el saldo sigue siendo negativo, dispondremos de un máximo de cuatro ejercicios para compensarlo.
No debe olvidarse que la normativa fiscal exige que se aplique el método FIFO (First In First Out) para calcularlas plusvalías en la venta de acciones. Esto implica que, fiscalmente, siempre venderemos las acciones que se compraron antes, es decir, las más antiguas. Esto es importante ya que puede dar lugar a confusos.
Siguiendo el ejemplo anterior, compramos 100 acciones a 10€ la acción el año 1. El año 2 compramos 100 acciones más a 20€ por acción. Ese mismo año posteriormente vendemos 100 acciones a 25€. El beneficio deberá calcularse como sigue: 100 x (25-10) = 1.500€ (ya que según el método FIFO debemos vender primero las acciones más antiguas, compradas a 10€, y mantendremos en cartera las 100 acciones compradas a 20€). Si no tenemos esto en cuenta podemos encontrarnos con beneficios o pérdidas fiscales inesperadas a la hora de hacer la declaración de la renta.
Como se ha podido observar, la venta de acciones debe ser tenida en cuenta a la hora de presentar la declaración de la renta. Fruto de su complejidad puede generar errores en la presentación, por lo que es muy recomendable acudir a un asesor fiscal experto antes de presentar la declaración del IRPF o confirmar el borrador para evitar problemas en nuestra declaración de la renta.